Tenemos un aval difícil de igualar. Tres generaciones de una familia dedicada a la carpintería en una evolución constante desde el germen creado por Antonio Rojas, nuestro abuelo, con un marcado sello agrícola en tareas que ya solo son un recuerdo y algún vestigio de nuestros campos. Sus hijos Antonio y Francisco siguieron ese camino pero con un ímpetu y unas ganas de crecer que los llevaron a emprender en otras direcciones, sin olvidar la base del negocio pero innovando y abriendo las puertas a lo que somos hoy.
